domingo, 29 de abril de 2012

"SUICIDIO HOMEOPÁTICO"

                                                                                                                            

Para cualquier ser pensante es triste, a la vez que graciosa, patética, increíble y otros calificativos, la información de que existieron últimamente varios intentos coordinados de "suicidio" en diferentes países, especialmente en España y Argentina, destinados a demostrar la irrealidad de la homeopatía, mediante la ingestión de dosis masivas de remedios homeopáticos, en forma simultánea y coordinada por diversos grupos de escépticos respecto a esta medicina.

Los remedios homeopáticos nunca fueron tóxicos, por lo cual su venta es libre, su investigación en los seres humanos es directa y sin riesgos y no existe posibilidad de intoxicación, aún mediante su ingesta masiva, como se ha visto en ocasionales intentos de suicidio.

En el historial de los homeópatas, las anécdotas al respecto son muchas; por ejemplo, es relativamente frecuente que las madres nos llamen de urgencia, con gran preocupación, porque alguno de sus hijos se comió todo un frasco de glóbulos, y hasta varios frascos, luego de haber descubierto que son ricos. A pesar de ser tranquilizadas, algunas madres terminan llendo a una guardia hospitalaria, donde la confusión se potencializa y finalmente el médico de guardia nos llama para solicitar información sobre el remedio, sobre un posible antídoto y sobre la conveniencia o no de efectuar un lavaje de estómago.

No falta, tampoco, la anécdota de algún intento de suicidio, con carta explicativa de por medio, que la familia termina leyendo mientras el paciente duerme plácidamente, tal como si hubiera tomado su dosis habitual.

Finalmente, hay que saber que el remedio homeopático no actúa en función de la cantidad de glóbulos o líquido que se ingiera, sino en función de su presencia, y que incluso el propio Hahnemann describe experiencias positivas, en cuanto a su efecto, mediante  la técnica de la simple inhalación del mismo. Por otra parte, debemos tener en cuenta que el mismo remedio no produce ni cura los mismos síntomas en todos los enfermos, pues la homeopatía es una medicina de persona, y si a una persona no le corresponde un determinado remedio, su efecto será nulo o parcial, pero nunca podrá ser tóxico. En cambio si, por el contrario, se trata del correspondiente a su unidad, como ser humano, o similimum, siempre será efectiva su ingestión, para lo cual basta su sola presencia en el organismo, e independientemente de la cantidad ingerida pues carece de efecto acumulativo.
En una de las entradas del presente blog se trata este apasionante aspecto de la homeopatía, en el capítulo titulado El Remedio Homeopático, Misterio y Realidad, que facilita una mejor comprensión de toda su problemática, a la vez que ayuda a evitar tantas peregrinas disquisiciones, cuyo origen es, simplemente, la desinformación, tales como las que condujeron al disparate masificado que recientemente protagonizaron  grupos que se identifican como "escépticos de la homeopatía". Lamentablemente, lo ocurrido no deja de ser uno de los muchos indicios, sin duda preocupantes, en cuanto a las limitaciones de la mente  humana con respecto a sus posibilidades de criterio, de pensamiento, de autocrítica, de discernimiento, de curiosidad y, avanzando un poco más, de saber contrastar sus supuestas verdades, tal como enseñaba el maestro Karl Popper.

viernes, 27 de abril de 2012




LA HOMEOPATÍA TOCADA DE OÍDO



He leído el artículo de la Licenciada en Filosofía y Dra. en Ciencias Sociales, Dra. Roxana Kreimer, publicado en el diario Clarín, en la sección Opinión, el 25 de abril de 2012, titulado “Homeopatía, otra vez en medio del debate”.

Si bien los homeópatas estamos vacunados respecto a la lectura de esta clásica y muy reiterada argumentación, no puedo dejar de responder una vez más un nuevo ataque y van… No importa: “Ladran, Sancho…”.

Como a pesar de tener en mi haber profesional varias décadas de experiencia en el tema y de ser autor de un libro titulado Homeopatía Unicista. Su lugar en la Medicina del siglo XXI, desconocía que existiese una Semana Mundial de la Homeopatía, por lo cual recurrí a Internet para descubrir que lo único que figura como tal en español es un Foro del “Círculo Escéptico Argentino” que aparentemente se inspira, para confrontarlo, en una publicación del llamado World Homeopathy Awareness Week.

La homeopatía tiene más de doscientos años de vida y su práctica se expande cada vez más en el país y en el mundo, orgullo que muy pocas disciplinas científicas pueden compartir, y merece ser juzgada con respeto, es decir tras haber sido estudiada en profundidad, por todos aquellos que opinan gratuitamente y que, además, tratan de disimular su desconocimiento en base al argumento del efecto placebo, a la casualidad o a la curación espontánea. Ellos deberían saber como justificar su evolución y permanencia a través de los años o cómo se explica la mejoría en los pequeños enfermos que diariamente son traídos a la consulta, muchos de ellos con el visto bueno de sus pediatras, a raíz de procesos crónicos catarrales, que van desde las rinitis a los estados asmáticos y otros problemas muy diversos. También deberían tener en cuenta, al mencionar con liviandad el efecto placebo, la existencia y el auge de la Veterinaria Homeopática. ¿Por qué los animales domésticos o de alto valor, como los caballos de carrera, son sorprendentmente tratados con homeopatía si ésta es un mero placebo? Al respecto cabe insistir: los veterinarios están cada vez más interesados y entusiasmados ante los resultados obtenidos. Una vez contestadas estas cuestiones, no menores, y otras que surgirían de una consideración en profundidad de la homeopatía, bienvenidos serán todos los foros o las investigaciones, ya sean efectuadas por escépticos o creyentes, siempre que sean llevadas a cabo con los protocolos de investigación más estrictos y adecuados a la realidad homeopática, la cual siempre supo priorizar al enfermo sobre el nombre de su enfermedad como requisito indispensable para hablar de curación.