viernes, 1 de junio de 2012
Etica Médica y Muerte Digna
A raíz del artículo publicado por el diario La Nación del Dr. Mario Sebastiani, referido al comité de Ética del Hospital Italiano, en relación con la Ley de Muerte Digna recientemente sancionada por el Congreso de la Nación, considero que dada la particular situación de indefinición oficial con respecto a la homeopatía, sería importante saber si en el equipo de asesores de dicho comité de ética médica, junto con los médicos, sicólogos, antropólogos, sociólogos, abogados y enfermeros que lo componen, como señala el artículo, no estuvo presente algún representante de la medicina homeopática, desde el momento en que la población que se trata mediante esta medicina, tanto en el país como en el mundo, es lo suficientemente numerosa y calificada como para ser tenida en consideración. De no ser así, estaríamos sumando una incongruencia más, al ya clásico tabú, pues no hay duda de que ambas medicinas son una realidad, aunque no se caractericen por sus semejanzas, sino por algunas diferencias elementales de criterio. Es razonable, por lo tanto, que ante una situación que requiera decidir respecto a una muerte digna para un paciente habitualmente tratado con homeopatía, y siempre que la familia así lo solicite, debiera existir un acuerdo previo entre los facultativos de ambas medicinas.
Carta de Lectores, enviada al diario La Nación
domingo, 29 de abril de 2012
"SUICIDIO HOMEOPÁTICO"
Para cualquier ser pensante es triste, a la vez que graciosa, patética, increíble y otros calificativos, la información de que existieron últimamente varios intentos coordinados de "suicidio" en diferentes países, especialmente en España y Argentina, destinados a demostrar la irrealidad de la homeopatía, mediante la ingestión de dosis masivas de remedios homeopáticos, en forma simultánea y coordinada por diversos grupos de escépticos respecto a esta medicina.
Los remedios homeopáticos nunca fueron tóxicos, por lo cual su venta es libre, su investigación en los seres humanos es directa y sin riesgos y no existe posibilidad de intoxicación, aún mediante su ingesta masiva, como se ha visto en ocasionales intentos de suicidio.
En el historial de los homeópatas, las anécdotas al respecto son muchas; por ejemplo, es relativamente frecuente que las madres nos llamen de urgencia, con gran preocupación, porque alguno de sus hijos se comió todo un frasco de glóbulos, y hasta varios frascos, luego de haber descubierto que son ricos. A pesar de ser tranquilizadas, algunas madres terminan llendo a una guardia hospitalaria, donde la confusión se potencializa y finalmente el médico de guardia nos llama para solicitar información sobre el remedio, sobre un posible antídoto y sobre la conveniencia o no de efectuar un lavaje de estómago.
No falta, tampoco, la anécdota de algún intento de suicidio, con carta explicativa de por medio, que la familia termina leyendo mientras el paciente duerme plácidamente, tal como si hubiera tomado su dosis habitual.
Finalmente, hay que saber que el remedio homeopático no actúa en función de la cantidad de glóbulos o líquido que se ingiera, sino en función de su presencia, y que incluso el propio Hahnemann describe experiencias positivas, en cuanto a su efecto, mediante la técnica de la simple inhalación del mismo. Por otra parte, debemos tener en cuenta que el mismo remedio no produce ni cura los mismos síntomas en todos los enfermos, pues la homeopatía es una medicina de persona, y si a una persona no le corresponde un determinado remedio, su efecto será nulo o parcial, pero nunca podrá ser tóxico. En cambio si, por el contrario, se trata del correspondiente a su unidad, como ser humano, o similimum, siempre será efectiva su ingestión, para lo cual basta su sola presencia en el organismo, e independientemente de la cantidad ingerida pues carece de efecto acumulativo.
En una de las entradas del presente blog se trata este apasionante aspecto de la homeopatía, en el capítulo titulado El Remedio Homeopático, Misterio y Realidad, que facilita una mejor comprensión de toda su problemática, a la vez que ayuda a evitar tantas peregrinas disquisiciones, cuyo origen es, simplemente, la desinformación, tales como las que condujeron al disparate masificado que recientemente protagonizaron grupos que se identifican como "escépticos de la homeopatía". Lamentablemente, lo ocurrido no deja de ser uno de los muchos indicios, sin duda preocupantes, en cuanto a las limitaciones de la mente humana con respecto a sus posibilidades de criterio, de pensamiento, de autocrítica, de discernimiento, de curiosidad y, avanzando un poco más, de saber contrastar sus supuestas verdades, tal como enseñaba el maestro Karl Popper.
viernes, 27 de abril de 2012
LA HOMEOPATÍA TOCADA DE OÍDO
He leído el artículo de la Licenciada en Filosofía y Dra. en Ciencias Sociales, Dra. Roxana Kreimer, publicado en el diario Clarín, en la sección Opinión, el 25 de abril de 2012, titulado “Homeopatía, otra vez en medio del debate”.
Si bien los homeópatas estamos vacunados respecto a la lectura de esta clásica y muy reiterada argumentación, no puedo dejar de responder una vez más un nuevo ataque y van… No importa: “Ladran, Sancho…”.
Como a pesar de tener en mi haber profesional varias décadas de experiencia en el tema y de ser autor de un libro titulado Homeopatía Unicista. Su lugar en la Medicina del siglo XXI, desconocía que existiese una Semana Mundial de la Homeopatía, por lo cual recurrí a Internet para descubrir que lo único que figura como tal en español es un Foro del “Círculo Escéptico Argentino” que aparentemente se inspira, para confrontarlo, en una publicación del llamado World Homeopathy Awareness Week.
La homeopatía tiene más de doscientos años de vida y su práctica se expande cada vez más en el país y en el mundo, orgullo que muy pocas disciplinas científicas pueden compartir, y merece ser juzgada con respeto, es decir tras haber sido estudiada en profundidad, por todos aquellos que opinan gratuitamente y que, además, tratan de disimular su desconocimiento en base al argumento del efecto placebo, a la casualidad o a la curación espontánea. Ellos deberían saber como justificar su evolución y permanencia a través de los años o cómo se explica la mejoría en los pequeños enfermos que diariamente son traídos a la consulta, muchos de ellos con el visto bueno de sus pediatras, a raíz de procesos crónicos catarrales, que van desde las rinitis a los estados asmáticos y otros problemas muy diversos. También deberían tener en cuenta, al mencionar con liviandad el efecto placebo, la existencia y el auge de la Veterinaria Homeopática. ¿Por qué los animales domésticos o de alto valor, como los caballos de carrera, son sorprendentmente tratados con homeopatía si ésta es un mero placebo? Al respecto cabe insistir: los veterinarios están cada vez más interesados y entusiasmados ante los resultados obtenidos. Una vez contestadas estas cuestiones, no menores, y otras que surgirían de una consideración en profundidad de la homeopatía, bienvenidos serán todos los foros o las investigaciones, ya sean efectuadas por escépticos o creyentes, siempre que sean llevadas a cabo con los protocolos de investigación más estrictos y adecuados a la realidad homeopática, la cual siempre supo priorizar al enfermo sobre el nombre de su enfermedad como requisito indispensable para hablar de curación.
lunes, 7 de noviembre de 2011
El DISPARATE COMO NOTICIA
El domingo 30 de octubre, un matutino de la Capital comentó una conferencia dada en la parroquia de Santa Teresita de Paraná, Provincia de Entre Rios, en la cual el sacerdote y teólogo Paul Marie de Mauroy, miembro de la Fraternidad de San Juan y presidente de la Asociación para la Liberación, calificó al reiki y a la homeopatía como "obras del demonio", a la vez que advirtió “que en todo lo que es terapia energética como en el reiki y la homeopatía intervienen fuerzas ocultas”, posiblemente evaluando la conveniencia de llevar adelante un exorcismo. Ante tanto disparate no puedo dejar de admirar, una vez más, la sabiduría que encierra la letra de nuestro inolvidable tango Cambalache. Tampoco puedo dejar de observar que, involuntariamente, el disertante está reconociendo a estas disciplinas una verdadera eficacia, aunque, a su entender, sea de origen demoníaco.
viernes, 15 de julio de 2011
ENFERMEDAD DE CHAGAS Y HOMEOPATÍA
Problemas de un tabú en medicina
La enfermedad de Chagas es una enfermedad endémica en tanto que social, dada su repercución sobre los más carenciados. Actualmente afecta a unos 15 millones de enfermos en América, de los cuales 2 millones viven en nuestro país. Su principal complicación es la enfermedad cardíaca que ocurre en un 20 a 30 por ciento de los infectados. Se origina a partir de la picadura de la vinchuca, que suele ser portadora de un parásito, el Tripanosoma cruzi, el cual una vez ingresado al organismo humano puede lesionar el corazón y ser motivo de ataques cardíacos. También son frecuentes los trastornos a nivel del aparato digestivo.
Periódicamente se publican artículos relacionados con su principal forma de prevención, la habitacional, es decir evitar el "rancho malo” en cuyo techo y paredes anida la vinchuca. También son frecuentes las publicaciones y estadísticas que señalan las dificultades para su curación mediante los recursos disponibles, ya que las posibles curaciones no alcanzan al 10 por ciento de los enfermos crónicos, que son la gran mayoría. Hace aproximadamente 40 años tuve oportunidad de tratar homeopáticamente, ante la falta de respuesta a las medicaciones convencionales, una arritmia cardíaca (taquicardia ventricular), que solía ocurrir en forma prolongada y recurrente, logrando resultados sorprendentes que pudieron ser controlados y registrados periódicamente durante varios años, a la par de otros enfermos chagásicos, tanto cardíacos como no cardíacos.
La realidad es que no obstante el interés y la curiosidad que podrían haber surgido de estas originales observaciones, ellas solo han sido conocidas dentro del ámbito homeopático a través de mi libro Homeopatía Unicista, en sus cinco ediciones, como así tambien, en 1975, en ocasión del Primer Simposio Latinoamericano de Homeopatía, además de haber sido también publicadas en dos números de la revista de la Asociación Médica Homeopática Argentina. A nivel Oficial se informó al Ministro de Salud Pública y se contactaron los centros especializados, a la vez que se ofreció toda la información y colaboración necesaria, sin obtener ninguna respuesta concreta. Es indudable que la sola mención del remedio homeopático ha sido, y lamentablemente sigue siendo, un verdadero tabú para la medicina oficial que, de esta manera, bloquea cualquier posibilidad de demostración hospitalaria, no obstante la verdad innegable que ofrece el enfermo con sus correspondientes ECG. Siempre recuerdo a mi Jefe de Clínica del Hospital de San Isidro, el doctor Iacobone, quien solía sugerirme que no mencionara la palabra homeopatía, sino que, simplemente, la remplazara por `tratamiento biológico´ para evitar la conocida crispación y resistencia ante lo que es nuevo, diferente y, además, aún inexplicable..., características estas que deberían ser como el abc, en tanto que motivación, para cualquier investigador con elemental preocupación por los misterios de la ciencia. De más está señalar que los enfermos crónicos interesados en las posibilidades del tratamiento son muchos y que los resultados ECG pueden ser observados en muy corto tiempo, incluso en minutos o en pocas horas, como ocurre con las arritmias. Por otra parte, los recursos materiales que se requieren son básicos y están al alcance del presupuesto más modesto de salud pública.
Finalmente, deseo señalar que he vuelto a incursionar una vez más en el tema Chagas a raíz de un artículo publicado en el diario La Nación el 13 de Julio 2011, Pág.12, titulado Después de 30 años, estudian una nueva droga contra el Chagas. - Una enfermedad olvidada mata a más de 10.000 personas al año en todo el mundo.
La enfermedad de Chagas es una enfermedad endémica en tanto que social, dada su repercución sobre los más carenciados. Actualmente afecta a unos 15 millones de enfermos en América, de los cuales 2 millones viven en nuestro país. Su principal complicación es la enfermedad cardíaca que ocurre en un 20 a 30 por ciento de los infectados. Se origina a partir de la picadura de la vinchuca, que suele ser portadora de un parásito, el Tripanosoma cruzi, el cual una vez ingresado al organismo humano puede lesionar el corazón y ser motivo de ataques cardíacos. También son frecuentes los trastornos a nivel del aparato digestivo.
Periódicamente se publican artículos relacionados con su principal forma de prevención, la habitacional, es decir evitar el "rancho malo” en cuyo techo y paredes anida la vinchuca. También son frecuentes las publicaciones y estadísticas que señalan las dificultades para su curación mediante los recursos disponibles, ya que las posibles curaciones no alcanzan al 10 por ciento de los enfermos crónicos, que son la gran mayoría. Hace aproximadamente 40 años tuve oportunidad de tratar homeopáticamente, ante la falta de respuesta a las medicaciones convencionales, una arritmia cardíaca (taquicardia ventricular), que solía ocurrir en forma prolongada y recurrente, logrando resultados sorprendentes que pudieron ser controlados y registrados periódicamente durante varios años, a la par de otros enfermos chagásicos, tanto cardíacos como no cardíacos.
La realidad es que no obstante el interés y la curiosidad que podrían haber surgido de estas originales observaciones, ellas solo han sido conocidas dentro del ámbito homeopático a través de mi libro Homeopatía Unicista, en sus cinco ediciones, como así tambien, en 1975, en ocasión del Primer Simposio Latinoamericano de Homeopatía, además de haber sido también publicadas en dos números de la revista de la Asociación Médica Homeopática Argentina. A nivel Oficial se informó al Ministro de Salud Pública y se contactaron los centros especializados, a la vez que se ofreció toda la información y colaboración necesaria, sin obtener ninguna respuesta concreta. Es indudable que la sola mención del remedio homeopático ha sido, y lamentablemente sigue siendo, un verdadero tabú para la medicina oficial que, de esta manera, bloquea cualquier posibilidad de demostración hospitalaria, no obstante la verdad innegable que ofrece el enfermo con sus correspondientes ECG. Siempre recuerdo a mi Jefe de Clínica del Hospital de San Isidro, el doctor Iacobone, quien solía sugerirme que no mencionara la palabra homeopatía, sino que, simplemente, la remplazara por `tratamiento biológico´ para evitar la conocida crispación y resistencia ante lo que es nuevo, diferente y, además, aún inexplicable..., características estas que deberían ser como el abc, en tanto que motivación, para cualquier investigador con elemental preocupación por los misterios de la ciencia. De más está señalar que los enfermos crónicos interesados en las posibilidades del tratamiento son muchos y que los resultados ECG pueden ser observados en muy corto tiempo, incluso en minutos o en pocas horas, como ocurre con las arritmias. Por otra parte, los recursos materiales que se requieren son básicos y están al alcance del presupuesto más modesto de salud pública.
Finalmente, deseo señalar que he vuelto a incursionar una vez más en el tema Chagas a raíz de un artículo publicado en el diario La Nación el 13 de Julio 2011, Pág.12, titulado Después de 30 años, estudian una nueva droga contra el Chagas. - Una enfermedad olvidada mata a más de 10.000 personas al año en todo el mundo.
domingo, 13 de marzo de 2011
FUNDAMENTOS DE LA HOMEOPATIA
"Todas las partes del cuerpo y sus
funciones forman un solo circuito; por
eso cualquiera de las partes es, al propio
tiempo, principio y fin."
Hipócrates
funciones forman un solo circuito; por
eso cualquiera de las partes es, al propio
tiempo, principio y fin."
Hipócrates
La homeopatía hahnemanniana, conocida como unicista, está fundada sobre cuatro sólidos pilares que le son tanto exclusivos como originales.
1- La curación por el semejante - Similia Similibus Curentur
Este antiguo principio hipocrático, del cual Hahnemann supo hacer una realidad práctica y perdurable, fue la piedra fundamental de la homeopatía.
Su acción terapéutica consiste en superar la enfermedad natural mediante la sustancia que, experimentalmente, haya demostrado ser capaz de producir en la persona sana (experimentador) síntomas semejantes a los padecidos por la persona enferma. Esta medicación es conocida en homeopatía como remedio simillimum.
2. La experimentación en el hombre sano
Se trata de un requisito insustituible, que pudo ser llevado a la práctica gracias a la técnica de preparación del remedio homeopático por medio de sucesivas diluciones, que son a la vez dinamizadas y, en consecuencia, carentes de efectos tóxicos. La riqueza de información sobre muy diversas sustancias de origen vegetal, mineral o animal que ha aportado la experimentación en humanos es, gracias a estas originales diluciones invalorable. A partir de la quina, Hahnemann, como experimentador de su propia técnica, logra su trascendental descubrimiento del remedio homeopático.
3. La dosis infinitesimal
La dinamización homeopática, sobre la base de diluciones progresivas combinadas con agitación o sucusión, habitualmente efectuada en la escala centesimal, ha sido la condición requerida para poner en evidencia la sintomatología potencial de las sustancias más diversas con resultados de características insospechadas, según se desprende de su poder curativo. Entre los minerales tenemos cloruro de sodio (natrum muriaticum), fósforo (phosphorus), azufre (sulphur), carbonato de calcio (calcarea carbonica), sílice (silicea) y muchos otros. Entre los de origen vegetal se encuentran lycopodium clavatum, pulsatilla, thuja, y de origen animal principalmente lachesis, apis y sepia. Tengamos presente que muchos remedios homeopáticos en estado de materia no tienen efecto medicamentoso alguno y varios, incluso, son condimento habitual de la comida como cloruro de sodio (natrum muriaticum), la sal de mesa común.
4. El remedio único
La homeopatía nació unicista a partir de la observación experimental con la quina, y toda la investigación homeopática efectuada desde entonces ha sido realizada sobre la base de experimentadores voluntarios, a partir de la técnica de dinamización de una sustancia única, es decir de diluciones y sucusiones progresivas de la misma. De esta manera se busca poner en evidencia lo más característico en cuanto a síntomas potenciales de cada sustancia, a fin de poder encontrar su semejanza o equivalencia con los síntomas más personales de cada enfermo, es decir diagnosticar el remedio simillimum correspondiente, según la Ley de la Semejanza. Lamentablemente, con criterios ajenos a la doctrina hahnemanniana, algunos pretenden simplificar y aún superar los principios unicistas mediante diferentes mezclas -"botellitas"- de remedios dinamizados, obteniendo, así, efectos sintomáticos superficiales, difícilmente a nivel integral y a riesgo de perder la imagen representativa exclusiva que ofrecen los síntomas en su conjunto, la cual es indispensable para el diagnóstico del remedio único. Son las variaciones graduales de esta imagen en el curso del tratamiento unicista, las que determinan su supremacía diagnóstica, a los fines de la curación, sobre cualquier mezcla de remedios, ya sea homeopáticos o alopáticos, dado que estas mezclas no tienen la especificidad y profundidad de acción del remedio simillimum.
1- La curación por el semejante - Similia Similibus Curentur
Este antiguo principio hipocrático, del cual Hahnemann supo hacer una realidad práctica y perdurable, fue la piedra fundamental de la homeopatía.
Su acción terapéutica consiste en superar la enfermedad natural mediante la sustancia que, experimentalmente, haya demostrado ser capaz de producir en la persona sana (experimentador) síntomas semejantes a los padecidos por la persona enferma. Esta medicación es conocida en homeopatía como remedio simillimum.
2. La experimentación en el hombre sano
Se trata de un requisito insustituible, que pudo ser llevado a la práctica gracias a la técnica de preparación del remedio homeopático por medio de sucesivas diluciones, que son a la vez dinamizadas y, en consecuencia, carentes de efectos tóxicos. La riqueza de información sobre muy diversas sustancias de origen vegetal, mineral o animal que ha aportado la experimentación en humanos es, gracias a estas originales diluciones invalorable. A partir de la quina, Hahnemann, como experimentador de su propia técnica, logra su trascendental descubrimiento del remedio homeopático.
3. La dosis infinitesimal
La dinamización homeopática, sobre la base de diluciones progresivas combinadas con agitación o sucusión, habitualmente efectuada en la escala centesimal, ha sido la condición requerida para poner en evidencia la sintomatología potencial de las sustancias más diversas con resultados de características insospechadas, según se desprende de su poder curativo. Entre los minerales tenemos cloruro de sodio (natrum muriaticum), fósforo (phosphorus), azufre (sulphur), carbonato de calcio (calcarea carbonica), sílice (silicea) y muchos otros. Entre los de origen vegetal se encuentran lycopodium clavatum, pulsatilla, thuja, y de origen animal principalmente lachesis, apis y sepia. Tengamos presente que muchos remedios homeopáticos en estado de materia no tienen efecto medicamentoso alguno y varios, incluso, son condimento habitual de la comida como cloruro de sodio (natrum muriaticum), la sal de mesa común.
4. El remedio único
La homeopatía nació unicista a partir de la observación experimental con la quina, y toda la investigación homeopática efectuada desde entonces ha sido realizada sobre la base de experimentadores voluntarios, a partir de la técnica de dinamización de una sustancia única, es decir de diluciones y sucusiones progresivas de la misma. De esta manera se busca poner en evidencia lo más característico en cuanto a síntomas potenciales de cada sustancia, a fin de poder encontrar su semejanza o equivalencia con los síntomas más personales de cada enfermo, es decir diagnosticar el remedio simillimum correspondiente, según la Ley de la Semejanza. Lamentablemente, con criterios ajenos a la doctrina hahnemanniana, algunos pretenden simplificar y aún superar los principios unicistas mediante diferentes mezclas -"botellitas"- de remedios dinamizados, obteniendo, así, efectos sintomáticos superficiales, difícilmente a nivel integral y a riesgo de perder la imagen representativa exclusiva que ofrecen los síntomas en su conjunto, la cual es indispensable para el diagnóstico del remedio único. Son las variaciones graduales de esta imagen en el curso del tratamiento unicista, las que determinan su supremacía diagnóstica, a los fines de la curación, sobre cualquier mezcla de remedios, ya sea homeopáticos o alopáticos, dado que estas mezclas no tienen la especificidad y profundidad de acción del remedio simillimum.
sábado, 5 de marzo de 2011
El REMEDIO HOMEOPÁTICO, MISTERIO y REALIDAD
El remedio homeopático, doscientos años después de su descubrimiento por Samuel Hahnemann, es, aún hoy, un misterio urticante para muchos científicos, ya sean físicos, químicos, ingenieros o médicos pues, por ser ajeno a sus códigos, les resulta incomprensible y, en consecuencia, incurren en el serio error de desconocer y negar una terapéutica, irremplazable para muchos enfermos, simplemente porque no comulga con sus "cánones científicos". En consecuencia, no pueden admitir el hecho de que el agua, a partir de un proceso de diluciones sucesivas, efectuadas en la escala decimal o centesimal, sobre la base de una sustancia determinada y complementada con la dinamización correspondiente a cada dilución, se pueda transformar en un remedio con indicaciones terapéuticas definidas y exclusivas.
A pesar de tantos detractores, la homeopatía es, para el ser humano, una sólida realidad como medicina integral y básicamente diferente, de fácil demostración clínica, que cuenta con el aval de dos siglos de existencia y ser cada día más universal y reconocida. En referencia a su bibliografía, los libros de Samuel Hahnemann y sus discípulos no son actualmente curiosidades históricas como ocurre con los textos de las disciplinas científicas contemporáneas, sino que, por el contrario, permanecen plenamente vigentes y, en consecuencia, resultan indispensables para la enseñanza y la práctica de esta medicina, cuyos conceptos clínicos y terapéuticos, paradojalmente, están a la vanguardia como tratamiento curativo de muy conocidos problemas crónicos, para los que la medicina oficial solo cuenta con recursos paliativos. Difícil es hallar en la historia de los descubrimientos un ejemplo de las características y trascendencia que ha logrado la homeopatía, a pesar de errores conceptuales que la medicina oficial le opone en nombre de la ciencia, prescindiendo de su correspondiente evaluación clínica, que es ineludible y fundamental , como le corresponde, en medicina, a todo hecho que sea observable y repetible.
Es de suponer que quien logre descifrar el misterio que encierra el remedio homeopático, un verdadero enigma y desafio para los científicos, será un seguro candidato al premio Nobel.
A pesar de tantos detractores, la homeopatía es, para el ser humano, una sólida realidad como medicina integral y básicamente diferente, de fácil demostración clínica, que cuenta con el aval de dos siglos de existencia y ser cada día más universal y reconocida. En referencia a su bibliografía, los libros de Samuel Hahnemann y sus discípulos no son actualmente curiosidades históricas como ocurre con los textos de las disciplinas científicas contemporáneas, sino que, por el contrario, permanecen plenamente vigentes y, en consecuencia, resultan indispensables para la enseñanza y la práctica de esta medicina, cuyos conceptos clínicos y terapéuticos, paradojalmente, están a la vanguardia como tratamiento curativo de muy conocidos problemas crónicos, para los que la medicina oficial solo cuenta con recursos paliativos. Difícil es hallar en la historia de los descubrimientos un ejemplo de las características y trascendencia que ha logrado la homeopatía, a pesar de errores conceptuales que la medicina oficial le opone en nombre de la ciencia, prescindiendo de su correspondiente evaluación clínica, que es ineludible y fundamental , como le corresponde, en medicina, a todo hecho que sea observable y repetible.
Es de suponer que quien logre descifrar el misterio que encierra el remedio homeopático, un verdadero enigma y desafio para los científicos, será un seguro candidato al premio Nobel.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)