Problemas de un tabú en medicina
La enfermedad de Chagas es una enfermedad endémica en tanto que social, dada su repercución sobre los más carenciados. Actualmente afecta a unos 15 millones de enfermos en América, de los cuales 2 millones viven en nuestro país. Su principal complicación es la enfermedad cardíaca que ocurre en un 20 a 30 por ciento de los infectados. Se origina a partir de la picadura de la vinchuca, que suele ser portadora de un parásito, el Tripanosoma cruzi, el cual una vez ingresado al organismo humano puede lesionar el corazón y ser motivo de ataques cardíacos. También son frecuentes los trastornos a nivel del aparato digestivo.
Periódicamente se publican artículos relacionados con su principal forma de prevención, la habitacional, es decir evitar el "rancho malo” en cuyo techo y paredes anida la vinchuca. También son frecuentes las publicaciones y estadísticas que señalan las dificultades para su curación mediante los recursos disponibles, ya que las posibles curaciones no alcanzan al 10 por ciento de los enfermos crónicos, que son la gran mayoría. Hace aproximadamente 40 años tuve oportunidad de tratar homeopáticamente, ante la falta de respuesta a las medicaciones convencionales, una arritmia cardíaca (taquicardia ventricular), que solía ocurrir en forma prolongada y recurrente, logrando resultados sorprendentes que pudieron ser controlados y registrados periódicamente durante varios años, a la par de otros enfermos chagásicos, tanto cardíacos como no cardíacos.
La realidad es que no obstante el interés y la curiosidad que podrían haber surgido de estas originales observaciones, ellas solo han sido conocidas dentro del ámbito homeopático a través de mi libro Homeopatía Unicista, en sus cinco ediciones, como así tambien, en 1975, en ocasión del Primer Simposio Latinoamericano de Homeopatía, además de haber sido también publicadas en dos números de la revista de la Asociación Médica Homeopática Argentina. A nivel Oficial se informó al Ministro de Salud Pública y se contactaron los centros especializados, a la vez que se ofreció toda la información y colaboración necesaria, sin obtener ninguna respuesta concreta. Es indudable que la sola mención del remedio homeopático ha sido, y lamentablemente sigue siendo, un verdadero tabú para la medicina oficial que, de esta manera, bloquea cualquier posibilidad de demostración hospitalaria, no obstante la verdad innegable que ofrece el enfermo con sus correspondientes ECG. Siempre recuerdo a mi Jefe de Clínica del Hospital de San Isidro, el doctor Iacobone, quien solía sugerirme que no mencionara la palabra homeopatía, sino que, simplemente, la remplazara por `tratamiento biológico´ para evitar la conocida crispación y resistencia ante lo que es nuevo, diferente y, además, aún inexplicable..., características estas que deberían ser como el abc, en tanto que motivación, para cualquier investigador con elemental preocupación por los misterios de la ciencia. De más está señalar que los enfermos crónicos interesados en las posibilidades del tratamiento son muchos y que los resultados ECG pueden ser observados en muy corto tiempo, incluso en minutos o en pocas horas, como ocurre con las arritmias. Por otra parte, los recursos materiales que se requieren son básicos y están al alcance del presupuesto más modesto de salud pública.
Finalmente, deseo señalar que he vuelto a incursionar una vez más en el tema Chagas a raíz de un artículo publicado en el diario La Nación el 13 de Julio 2011, Pág.12, titulado Después de 30 años, estudian una nueva droga contra el Chagas. - Una enfermedad olvidada mata a más de 10.000 personas al año en todo el mundo.
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